jueves, 25 de abril de 2013

La energía eólica marina en el mundo y en España


La energía eólica marina en el mundo

En 1991 se creó el primer parque eólico marino del mundo, Vindeby. Se instaló en Dinamarca, en las aguas del mar Báltico, y tenía once aerogeneradores. Más de veinte años después de aquello, la energía eólica marina sigue siendo una de las más claras apuestas de futuro para las renovables, aunque todavía no sea una tecnología rentable. Ese es, de hecho, su mayor problema en estos momentos. La Agencia de Información Energética de Estados Unidos (US Energy Information Agency) considera la eólica marina como la tecnología más cara existente para producir electricidad y la danesa Dong Energy admite que ahora mismo no ofrecen competitividad frente a los combustibles fósiles, aunque anuncia que sí lo harán en un plazo de quince años.

Lo que está claro es que se trata de una forma de producir electricidad que, cuestiones económicas al margen, está llena de ventajas. A las que ya ofrece la energía eólica terrestre, se suman las características del viento en el mar, más constante y menos sujeto a las variaciones estacionales que en tierra. Además, no tiene obstáculos geográficos o construcciones que salvar y el mar ofrece mucho más espacio para instalar los aerogeneradores. La Asociación Europea de la Energía Eólica (European Wind Energy Association, EWEA) calcula que en 2020 podrían producirse 150 GW en aguas europeas, lo que cubriría entre el 3 y el 17 por ciento de la demanda eléctrica de la Unión Europea.

En la actualidad, hay 5.415 MW de energía eólica marina instalados en todo el mundo, lo que supone un 2 por ciento de toda la energía global procedente del viento. Y el dominio absoluto de esta tecnología es europeo. Más de un 90 por ciento del total está instalado en el norte del llamado Viejo Continente, y el resto es casi totalmente perteneciente a China. En el Reino Unido, que aglutina 2.947,9 MW, están los tres parques eólicos marinos más grandes del mundo: Greater Gabbard (504 MW de capacidad), Walney (367) y Thanet (300). Tras la energía eólica marina británica está la danesa, con 921 MW totales y los dos siguientes parques en tamaño: Homs Rev II (207) y Rødsand II.

Esos datos, según apunta el Informe Anual de 2012 del Consejo Mundial de la Energía Eólica (Global Wind Energy Council, GWEC), han provocado que haya interés en todas partes: Japón, Corea, Estados Unidos, Canadá, Taiwán e India están trabajando con entusiasmo en el desarrollo de eólica marina en sus aguas. "De acuerdo a las previsiones más ambiciosas, un total de 80 GW podrían estar instalados en el mundo, y tres cuartas partes del total estarían en Europa", añade. La eólica marina europea está repartida en estos momentos entre Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Irlanda, Holanda, Noruega y el Reino Unido.

La energía eólica marina en España

¿Y España? Un país con más de 4.800 kilómetros de costa tiene muchas oportunidades en este terreno. El camino para la energía eólica marina española arrancó en 2007, cuando los ministerios de Industria y Medio Ambiente iniciaron los trabajos para definir las zonas aptas para la instalación de molinos en el mar. En las Islas Canarias es donde más potencia se podría instalar, hasta 20.000 MW. La pega es que sus fondos marinos son muy profundos y eso exigiría una mayor inversión. En la costa mediterránea, aunque sus vientos son menos frecuentes e intensos, hay bastantes zonas en las que podrían instalarse aerogeneradores. En el golfo de Cádiz hay terrenos a varias millas de la costa con una profundidad en torno a los 50 metros, aptas para estos fines. E incluso en la costa gallega, donde la profundidad marina es mayor, hay arenales que permitirían la instalación de parques eólicos más reducidos.

A la hora de tomar decisiones sobre dónde instalar aerogeneradores marinos no sólo había que sortear impedimentos técnicos o económicos, ya que también había que tener en cuenta las presiones de las administraciones locales, que ven en el turismo una de sus principales fuentes de ingreso y no desean el impacto en sus costas de los parques eólicos marinos, o de los marineros, que temen por el futuro de la pesca. Fue en 2009 cuando el Gobierno aprobó el mapa que permitía el lanzamiento de la energía eólica marina. Sin embargo, el Plan de Energías Renovables 2011-2020 no fue excesivamente ambicioso con este tipo de energía renovable, porque se limitó a 750 MW el objetivo final, muy rebajado con respecto a los 3.000 MW previstos en el borrador inicial.

El Clúster Marítimo Español, en el informe de enero de 2012 Oportunidades de negocio de la energía eólica marina en el sector marítimo español, lamentó ese recorte, comparándolo con los 6.000 MW que prevé para ese mismo periodo Francia, un país con un número de kilómetros de costa muy similares a los de España. El Clúster expuso en dicho informe que la energía eólica marina podría generar en España entre 9.000 y 10.000 puestos de trabajo sin tener en cuenta la fase de explotación y de operación de los parques. Al igual que la energía eólica terrestre, pero quizás incluso con más razones, la energía eólica marina precisa de un marco regulatorio apropiado que España, por el momento y tal y como explicó el Clúster en su informe, no tiene.

jueves, 18 de abril de 2013

El sector eólico acumula pérdidas de casi 70 millones de euros en 2013



La Asociación Eólica Empresarial (AEE) sigue denunciando los graves perjuicios que está sufriendo el sector. En su último comunicado, dado a conocer este miércoles, el colectivo asegura que las pérdidas para los productores de energía eólica ascienden en lo que llevamos de 2013 a 69,8 millones de euros, 43,3 de ellos generados entre los meses de enero y marzo y una impactante cifra de 26,5 millones más sólo en los once primeros días del mes de abril. Los cálculos de la AEE para todo el año 2013 apuntan a más de 600 millones de euros de pérdidas, a los que habría que sumar el daño que se está causando ya en términos de inversión y de empleo.

Según la Asociación, el recorte de la generación de energía eólica ha ascendido a 533 GWh en los tres primeros meses del año, lo que equivale al 5 por ciento de la producción del sector. La situación se ve agravada por el hecho de que la demanda eléctrica ha sido menor de la prevista para ese primer trimestre del año y que las abundantes lluvias han obligado a desembalsar pantanos. Sólo en el mes de marzo, la energía procedente de la eólica que se ha perdido asciende a 456 GWh, el equivalente al consumo de electricidad mensual de dos millones de hogares españoles, y en el arranque mencionado del mes de abril ya se han dilapidado 325 GWh eólicos.

La AEE ya se ha puesto manos a la obra para tratar de que el Gobierno frene la sangría que afecta al sector y ha enviado cartas para solicitar reuniones al Ministerio de Industria, Energía y Turismo, a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y a Red Eléctrica de España, operador del sistema. Lo que la AEE pretende exponer es que en otros países de la UE las instalaciones eólicas que ven restringido su acceso a la red son compensadas posteriormente y que, con respecto a la limitación de la producción, la energía eólica es más fácilmente gestionable que otras tecnologías. La situación actual, añade, es intolerable cuando se han detectado el mantenimiento de la generación en otras instalaciones que tendrían que sufrir limitaciones antes o en igualdad de condiciones que las eólicas, así como importaciones de electricidad, fundamentalmente a Portugal, cuando el precio de mercado no lo justificaba.

No deja de ser una curiosa coincidencia que la nueva denuncia de la AEE se produzca casi al mismo tiempo que la publicación de la Actualización Anual del Mercado (ver aquí el informe completo en inglés) realizada por el Consejo Mundial de la Energía Eólica (Global Wind Energy Council, GWEC). A pesar los espléndidos datos de producción que todavía sitúan a España entre los mayores productores del mundo, dicho informe es crítico con la situación actual de la energía eólica en España y enlaza con los argumentos de la AEE. "La crisis financiera y la marcha atrás en el apoyo legislativo a las energía renovables en España supuso que las instalaciones cayeran a 1,112 MW, sin signos de recuperación en un futuro cercano", afirma el texto.

El secretario general del Consejo, Steve Sawyer, aseguró que la mayor amenaza a la que tiene que hacer frente ahora mismo el crecimiento de la industria eólica es " la variabilidad e imprevisibilidad de los políticos que fijan los marcos regulatorios para el sector de la energía", que actúa en contraposición a los valores que han impulsado a la energía eólica como una de las renovables más pujantes: "seguridad energética, estabilidad de precios, desarrollo económico local, mitigación del cambio climático y problemas locales de contaminación del aire y el agua".

Thomas Becker, director ejecutivo de la Asociación Europea de Energía Eólica (European Wind Energy Association, EWEA), lamentó en la presentación del informe que "los gobiernos europeos están aumentando el coste de cumplir con sus objetivos de energías renovables en 2020, al hacer cambios en las políticas que socavan la confianza de los inversores" y se mostró convencido de que "fijar un objetivo de energía renovable ambicioso y vinculante para 2030 reduciría enormemente la incertidumbre, crearía empleo y exportaciones e impulsaría la industria eólica europea como líder mundial".

jueves, 11 de abril de 2013

La energía eólica en África


Mapa eólico de África. (REVE)

Como sucede con el resto de las energías renovables, hay poca discusión sobre la infrautilización de la energía eólica en África. En el último informe del Consejo Mundial de la Energía Eólica (Global Wind EnergyCouncil, GWEC) el continente negro ni siquiera aparece nombrado de forma individual en el resumen por regiones y se le une a Oriente Próximo. En otro informe, el que hicieron público el World Future Council  y la Fundación Heinrich Böll el pasado mes de diciembre, se señala que África vive una crisis energética porque su producción actual de electricidad no puede responder a la demanda. Las renovables, añade, son la clave para solucionar esta crisis.

Este estudio solicita a los gobiernos africanos que adopten el sistema REFiT (Renewable Energy Feed-in Tariffs), según el cual los legisladores regulan el precio de venta la electricidad generada mediante energías renovables y dejan al mercado la decisión sobre la cantidad de potencia a instalar. Son 65 los países en todo el mundo que han adoptado alguna clase de REFiT y sirve para regular el 64 por ciento de todas las instalaciones eólicas. Por ello, el World Future Council solicita, entre otras medidas, que los países africanos un atlas eólico que facilite las inversiones y reduzca los costes de estudio de las zonas más adecuadas para construir parques eólicos.

Hay varios mapas de contenido general que se pueden encontrar en Internet y en todos ellos se aprecia el potencial de la energía eólica en África. El Global Energy Network Institute señaló hace algunos años hasta quince países de los 54 que forman el tercer mayor continente del mundo en los que, basándose en datos climatológicos y meteorológicos, existen unas condiciones más que apreciables para la explotación de la energía eólica. Se trata, por orden alfabético, de Argelia, Cabo Verde, Chad, Egipto, Eritrea, Lesoto, Madagascar, Marruecos, Mauricio, Mauritania, Seychelles, Somalia, Sudáfrica, Túnez y Yibuti.

Sin estar entre estos países, Kenia albergará el mayor parque eólico del continente. Junto al lago Turkana, se instalarán 365 aerogeneradores en un área de 165 kilómetros cuadrados y con una inversión de unos 600 millones de euros que se convertirá en la mayor de origen privado en la historia del país. Lake Turkana Wind Power prevé producir el 20 por ciento de la energía eléctrica de Kenia. La intención de sus promotores es producir energía más barata que la que actualmente consume el país, poniendo en marcha el parque a finales de este 2013, alcanzando la producción de entre 50 y 90 MW para 2015 y estar plenamente operativa (300 MW) en 2016.

Según los datos del Balance 2012 de la GWEC, la zona formada por África y Oriente Próximo suma 1.135 MW instalados al final de ese año, una cifra total que apenas supera la nueva potencia eólica que una España en crisis instaló a lo largo de 2012, 1.122 MW. Egipto, con 550 MW instalados, es el país que más trabaja actualmente con la energía eólica, seguido de Marruecos (291) y Túnez (104). El país africano que más potencia nueva instaló en los últimos doce meses computados fue Etiopía, con 52 MW (de hecho, todos son de nueva instalación porque no tenía parques que aprovecharan la energía eólica hasta el pasado año), seguido de la mencionada Túnez, con 50.

jueves, 4 de abril de 2013

La energía eólica lidera el sistema eléctrico español por quinto mes consecutivo



La energía eólica sigue siendo clave en el sistema energético español y su liderazgo se demuestra cada vez que se conocen novedades relacionadas con el sector. Según los datos difundidos esta semana por la AsociaciónEmpresarial Eólica (AEE), este tipo de energía lideró la aportación al sistema eléctrico español durante el mes de marzo. De esta forma, desde noviembre de 2012 hasta marzo de 2012 se encadenaron cinco meses consecutivos en los que este tipo de energía renovable lideró este ránking.

Con 27.656 GWh generados en esos cinco meses y el abastecimiento del 26 por ciento de la demanda eléctrica peninsular, la eólica se sitúa en ese periodo de tiempo por encima de la energía nuclear (23.627 GWh) y el carbón (14.971 GWh), al que la eólica ya prácticamente dobla. Sólo en el mes de marzo, la eólica generó 5.856 gigavatios/hora (GWh), lo que supone más del 25 por ciento de la generación total en la Península Ibérica y un 53,7 por ciento más que en el mismo mes del año pasado.

Otros datos conocidos recientemente hablan del mismo modo de la importancia de la éolica. Así, según el Ministerio de Industria, Turismo yComercio, España ha conseguido reducir su dependencia energética al 70,6 por ciento y la AEE calcula que sin la aportación de la energía eólica ese porcentaje ascendería nada menos que hasta el 75,2 por ciento. En 2008, la dependencia energética era del 78,4 por ciento, por lo que hay que considerar el dato como muy positivo a pesar de que la media europea sea del 54 por ciento.

La aportación de las renovables en este periodo de cinco años ha pasado del 10,2 por ciento al 16,2, y la éolica es responsable en solitario del 33 por ciento de ese incremento, por encima del 32 de los biocarburantes. Según informa el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), el coste en la balanza comercial española de las importaciones de energía alcanzó la cifra récord de 45.000 millones de euros. La eólica ahorró a la balanza comercial española más de 2.500 millones de euros en 2012.

Sin embargo, las buenas noticias para el funcionamiento del sector se ven ensombrecidas por las consecuencias que ya empiezan a tener las últimas decisiones del Gobierno. La AEE, que ya había advertido de los riesgos de los cambios normativos, calcula que el sector eólico vio mermados sus ingresos durante el mes de enero en 53 millones de euros, más de lo que se había previsto, como consecuencia de la entrada en vigor del Real Decreto-Ley 2/2013 y la Ley de Medidas Fiscales para la Sostenibilidad Energética, aprobadosel pasado 1 de febrero en Consejo de Ministros pero con vigencia desde el primer día del año.

Los datos de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) exponen que la prima unitaria por KWh pasó de 4,187 céntimos de euro en enero de 2012 a 3,88 céntimos en el mismo mes de 2013, un 7,2 por ciento menos. Aplicando el nuevo impuesto del 7 por ciento sobre la generación, la reducción real del incentivo es del 21,4 por ciento y se queda en 3,292 céntimos de euro por KWh. Contando con ese impuesto, los incentivos de todos los parque eólicos subió apenas un 37,9 por ciento, cuando la producción creció en el mes de enero un 73 por ciento, lo que supone un claro desfase entre la producción y la prima.