jueves, 30 de mayo de 2013

Islandia, el país número 100 en instalar energía eólica


Las turbinas eólicas. Foto de Landsvirkjun.
Tal y como figura en el informe anual de 2012 que la Asociación Mundial de la Energía Eólica (World Wind Energy Association) hizo público hace unos días, ya son 100 los países que utilizan esta fuente de energía renovable para contribuir a sus necesidades energéticas. El país que ha permitido llegar a esa cifra tan redonda es Islandia. Y que haya habido que esperar hasta 2012 para sumar la eólica a los recursos aprovechados en este país es casi una sorpresa. No por el tamaño del mismo, ya que Islandia apenas tiene 331.000 habitantes, poco menos que toda la provincia de Salamanca (casi 353.000 en 2011), pero sí porque el 100 por 100 de la energía eléctrica que consume tiene su origen en fuentes renovables (hasta ahora, 70 por ciento hidroeléctrica y 30 por ciento geotérmica), así como el 85 por ciento de la energía total consumida.

Landsvirkjun, la empresa estatal y principal suministrador de energía eléctrica de Islandia, posee y opera la mayoría de plantas hidroeléctricas y geotérmicas. En junio de 2012 pidió licencia para instalar dos turbinas como parte de un programa para el desarrollo de la energía eólica en su territorio. Las dos turbinas, fabricadas por Enercon, de 55 metros de alto y de 900 KW de capacidad cada una, se instalaron en Hafið, en el área de la estación meteorológica de Búrfell, al sur del país. Quedaron completadas en diciembre del pasado año, aunque la inauguración oficial no se produjo hasta el 14 de febrero de 2013. El nacimiento del proyecto data de 1993, cuando comenzaron las mediciones de la dirección y la velocidad del viento a diez metros de altura. En 2011 se amplió el estudio construyendo un mástil para reproducir esas mediciones a dos, diez, veinte, treinta, cuarenta y cincuenta metros de altura. En la web de Landsvirkjun se puede consultar una medición en tiempo real de la energía eólica que se está generando.


La instalación, de noche. Foto de Landsvirkjun.
Con esos 1,8 MW de potencia instalada, Islandia ocupa al puesto 83 de ese ránking ya centenario de países que utilizan la energía eólica, por delante de la Antártida (1,6 MW) y por detrás de Bielorusia (1,9 MW). Eso sí, es por el momento el último país europeo de la lista, aunque esa situación podría cambiar pronto, porque estas dos turbinas no son más que un primer ensayo que podrían ser la primera piedra a un gran crecimiento en esta vía energética durante los próximos años. Y es que desde 2011 se están reproduciendo los estudios de medición de la estación de Búrfell en otras dos instalaciones similares. "Es perfectamente posible que la eólica se convierta en el tercer pilar de las operaciones de Landsvirkjun en el futuro", explica el presidente de la compañía, Hörður Arnarson, convencido de que "será interesante ver cómo se puede utilizar en Islandia la energía eólica en conjunto con la hidroeléctrica, ya que la flexibilidad de ésta podría de hecho incrementar el valor de la eólica".

jueves, 23 de mayo de 2013

Inaugurado en Londres el mayor parque eólico marino del mundo, London Array


Una de las turbinas. Foto de London Array Limited.

El Reino Unido ya tenía los dos parques eólicos marinos más grandes del mundo, Walney y Thanet, pero desde ahora puede presumir de otro que deja pequeños a estos dos y ocupa desde ya la primera posición de este ránking. London Array, inaugurado oficialmente el pasado mes de abril, es la mayor construcción de este tipo en todo el mundo y así se lo ha reconocido la WorldRecord Academy con el pertinente récord Guinness. Hablamos de una instalación de 175 turbinas, todas ellas fabricada por Siemens, que se encuentra en el estuario del río Támesis, en Londres, y que acabará abarcando una superficie de 245 kilómetros cuadrados.

Lo que ya se ha inaugurado es la primera fase del proyecto, en un área de 90 kilómetros cuadrados. Las 175 turbinas ya en funcionamiento tienen la capacidad de generar 630 MW, una cantidad de energía suficiente para abastecer a medio millón de hogares, y permitirá la reducción de emisiones de dióxido de carbono en 925.000 toneladas al año. Cuando esté completamente finalizado, tendrá una potencia total instalada de 870 MW. El parque eólico va a ser un inmenso apoyo para que Reino Unido cumpla dos importantes previsiones, en primer lugar la reducción de las emisiones en un 34 por ciento en el horizonte de 2020 y en segundo lugar la generación del 15 por ciento de su energía por medio de fuentes renovables para 2015.

London Array es propiedad en un 50 por ciento de DongEnergy, en un 30 por ciento de E.ON y en un 20 por ciento de Masdar. Shell también estuvo detrás de la iniciativa, pero se retiró pronto, sembrando una incertidumbre en el proyecto que finalmente dejó atrás. En todo caso, sí ha habido algunos retrasos con respecto al plan previsto. La intención original era inaugurar el parque eólico coincidiendo con los JuegosOlímpicos de Londres, que tuvieron lugar entre el 25 de julio y el 12 de agosto de 2012, pero no fue posible. La generación de energía arrancó el 29 de octubre del pasado año.

Una base y más molinos. Foto de London Array Limited.
Todo el proceso se ha llevado a cabo sin demasiados sobresaltos sociales, sólo algunas protestas de los pescadores de la zona. Desde el principio, London Array ha puesto especial cuidado en minimizar el impacto medioambiental, sobre todo en lo que se refiere al paso de las aves migratorias y a la fauna marina de la zona. Con el parque está a unos 20 kilómetros de las costas de Kent y Essex, ni siquiera se ven las turbinas desde tierra a pesar de su inmenso tamaño. La zona es ideal para una instalación eólica de estas características por la profundidad variable de las aguas, por los fuertes vientos que hay, y porque hay puertos cercanos que facilitan la construcción y el mantenimiento. Además, la zona sudeste de Inglaterra tiene la mayor demanda eléctrica del país, por lo que esa demanda local de energía minimiza las pérdidas en la transmisión.

Conseguidos en 2006 los primeros permisos para que arrancara el proyecto, cinco años después de que se originara la idea, la construcción arrancó en 2009, con la subestación en tierra de Cleve Hill, en Kent. La edificación del parque eólico en sí mismo se ha alargado en torno a los dos años. En 2011 se comenzaron a colocar las bases para las turbinas, quedando instalada la primera de ellas en enero de 2012 y la última en diciembre también del pasado año. London Array, el mayor parque eólico marino del mundo, es ya una realidad más que sigue probando y desarrollando el inagotable potencial del poder energético del viento.

jueves, 16 de mayo de 2013

La energía eólica doméstica



Al hablar de energía eólica, prácticamente todo el mundo tiene en mente los grandes parques eólicos y los gigantescos aerogeneradores que los pueblan. Y al hablar de la aplicación de las energías renovables al ámbito doméstico, lo primero que viene a la mente es la energía solar. Sin embargo, es perfectamente posible aprovechar la energía del viento en un domicilio. En Estados Unidos, país que domina tanto la fabricación como la producción en este terreno, es un uso de la eólica que se viene haciendo de forma habitual desde hace años y en España es también posible, sobre todo para pequeñas comunidades de vecinos o pequeñas empresas que estén ubicadas en entornos semiurbanos, aunque algo más complicada de explotar en comparación con la solar.

Por supuesto, el requisito esencial, como sucede con las grandes instalaciones que transforman la energía eólica en electricidad, es que el mecanismo se ubique en una zona con el viento suficiente como para que sea productivo. Tanto el Instituto para laDiversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) como el Centro Nacional deEnergía Renovables (CENER) tienen mapas de viento que permiten tener ideas más claras sobre la rentabilidad para instalar un generador eólico doméstico. Además, hay dos requisitos legales a solventar. Por un lado, hay que tener en cuenta las leyes que limiten la altitud máxima de estructuras en la zona escogida para saber si está permitido colocar el aerogenerador. Y, por otro, hay que solicitar las correspondientes licencias autonómicas y locales para la instalación de la miniturbina.

Entre las recomendaciones a la hora de colocar una instalación eólica doméstica está que los molinos se coloquen a una altura de entre seis y ocho metros por encima de la construcción que alimentará y con un diámetro despejado de otras construcciones que puedan bloquear el viento en unos 150 metros. Calcular el coste de una instalación de estas características, la energía eléctrica que puede generar o el ahorro energético que produciría está supeditado a las circunstancias de cada instalación. El viento en la zona, la potencia de la miniturbina, la eficiencia energética del recinto que se beneficiará... Todo influye. Lo que está claro es que, como en cualquier instalación eólica, la inversión inicial es elevada, en estos casos de entre 1.000 y 3.000 euros por Kw.

Se considera microgeneradores domésticos a los que pueden producir entre 1 y 10 Kw. Como muestra de lo variable del coste que puede tener la instalación, para un edificio de 24 metros de alto, que necesitarían generadores de entre 3 y 10 Kw, la inversión puede oscilar entre los 13.000 y los 40.000 euros. Una turbina de 1,5 Kw que recogiera vientos con una velocidad media anual de 6,5 m/s podría bastar para cubrir las necesidades energéticas de un hogar que consuma 300 Kwh. En España sólo se pueden instalar aerogeneradores domésticos para autoconsumo y no existe todavía la posibilidad de que sean conectados a la red de suministro de la compañía eléctrica, algo que reclaman las asociaciones de fabricantes de aerogeneradores. La posibilidad, en todo caso, existe y la energía eólica doméstica es una realidad palpable para muchos hogares y pequeñas empresas en todo el mundo.

jueves, 9 de mayo de 2013

La energía eólica, primera fuente eléctrica en todo un semestre por primera vez



Otro hito más para la energía eólica en España. Por primera vez en la historia, este tipo de renovable se ha convertido en la primera fuente eléctrica de la red española durante todo un semestre, el comprendido entre el 1 de noviembre de 2012 y el 30 de abril de 2013. En ese periodo, se generaron 31,7 teravatios hora (TWh) y suministró el 25 por ciento de la energía demandada en ese periodo. De hecho, los datos son aún más impresionantes, porque la energía generada habría sido suficiente para abastecer de electricidad en ese medio año a 18,1 millones de hogares, cuando en toda España se contabilizan unos 17 millones.

Entre los meses de noviembre y marzo, la eólica fue la primera tecnología del sistema eléctrico español. En el mes de abril no se alcanzó esa posición por dos factores, las limitaciones que se pusieron a la producción por la gran cantidad de agua desembalsada y el continuado descenso de la demanda. Para la Asociación Empresarial Eólica (AEE), entidad que hizo públicos estos datos, los recortes aplicados a la generación de esta energía desde el comienzo de 2013, de 1.009 GWh y el 3 por ciento de la producción del sector en estos meses, suponen una pérdida de ingresos de nada menos que 85 millones de euros, acentuando la incertidumbre que pesa sobre el la eólica española.

La energía eólica, denuncia la AEE, es la tecnología más afectada por los recientes recortes del Gobierno en este ámbito. Así, de las 720 horas de funcionamiento, 211 se han ofertado a precio cero. El precio mensual en abril de la energía fue de 18,17 euros/MWh. Este es el segundo precio más barato del pool desde la creación y liberalización del mercado eléctrico, que se produjo en 1998. Por delante ya sólo queda marzo de 2001, en el que el precio registrado fue de 17,57 euros/MWh. La aportación de la eólica abarata considerablemente el precio de la electricidad, puesto que en esos seis meses entre noviembre de 2012 y abril de 2013 éste fue de 38,32 euros /MWh, frente a los 49,92 euros/MWh que costó en el mismo periodo de 2011 y 2012.

Hay más datos de estas fechas que son relevantes para la energía eólica y que se han conocido en los últimos días. La Comisión Nacional de la Energía hizo público que la energía eólica se mantuvo como la fuente dominante en el Régimen Especial durante los meses de enero y febrero, generando el 56 por ciento de los 11,6 TWh totales. De esta manera, la liquidación del Régimen Especial hasta febrero ha sido de 1.482 millones de euros, un 1,7 por ciento inferior a lo previsto por el regulador a pesar de haberse generado un 21,3 por ciento más de electricidad que en el mismo periodo del pasado año. Ese porcentaje sube hasta el 36 por ciento sólo con la eólica. Los datos apuntalan la previsión del regulador de generar 52 TWh dentro del Régimen Especial en todo el año. 

jueves, 2 de mayo de 2013

El Wind Explorer, el primer coche impulsado por energía eólica



El viento siempre ha sido una fuente de energía perfecta para la navegación marítima y ayuda a la aérea, pero ¿es posible aplicar la energía eólica a los vehículos terrestres? Aunque esa pregunta hasta ahora sólo ha encontrado respuesta en deportistas extremos, lo cierto es que sí es posible. El primer precedente es de 2004, cuando el alemán Dirk Gion cruzó Australia, un total de 2.976 kilómetros, en 17 días viajando en un monopatín impulsado por cometas en el denominado proyecto Earthflyer (en la imagen de la derecha). En 2006, Gion condujo un BMW de Fórmula 1 alterado para que su energía proviniera sólo del viento, alcanzando velocidades de hasta 80 kilómetros por hora. En 2009 Gion se unió a Stefan Simmerer para construir un vehículo de cuatro ruedas que hiciera posible el sueño. Y en 2011, tras seis meses de construcción, el sueño se convirtió en realidad.

Fruto de ese trabajo en las Evonik Industries AG, de Essen (Alemania), nació el Wind Explorer, el Explorador del Viento. En esencia es un coche eléctrico. La diferencia está en que fue construido para conseguir la mayor eficiencia energética. Con ese fin, se tuvo en cuenta la aerodinámica, el peso de la carrocería, se le dio un centro de gravedad muy bajo y se le equipó con ruedas lenticulares. El coche, de dos plazas, puede recargarse a través de la red eléctrica tradicional o gracias a una turbina eólica que lleva, con un rotor de 2,70 metros de diámetro, y que en apenas media hora se puede montar sobre un mástil de bambú de seis metros de alto.

Hay una segunda forma de utilizar la energía eólica para impulsar este vehículo, una cometa, de enorme parecido con las que se usan en el kite surf. El peso del vehículo es de 200 kilos: 90 del chasis gracias el uso de la fibra de carbono (el mismo material que recubre un Fórmula 1); 90 más de las baterías de ion-litio de 8 KWh, la misma que utilizan muchos de los vehículos eléctricos que hay ahora mismo en el mercado, cuya carga completa no llegaría a costar dos euros, y que permite una autonomía de 400 kilómetros; y 20 de la turbina eólica. Gion y Simmerer se pusieron a los mandos del vehículo para cruzar Australia, alcanzando una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora y consiguiendo el mejor ajuste energético entre los 45 y los 60.

Tras cinco días de trayectos de prueba desde Perth, el viaje de estos dos aventureros alemanes comenzó en Albany el 26 de enero de 2011 y concluyó en Sydney 18 días más tarde, el 12 de febrero, tras recorrer 4.800 kilómetros. La energía eólica generada por la turbina permitió al vehículo realizar 2.280 de esos kilómetros y la cometa otros 420. Los 2.100 restantes se hicieron con energía extraída de la red eléctrica convencional. ¿El coste de esa energía? 10,08 euros. Y es que el Wind Explorer consume una media de 2 KWh por cada cien kilómetros, menos de medio euro según las estimaciones que hicieron los protagonistas de esta hermosa aventura. Con este viaje, Gion y Simmerer batieron tres récords mundiales: era la primera vez que se cruzaba un continente en un vehículo de energía eólica, los casi 5.000 kilómetros fueron la distancia más larga recorrida por un vehículo de estas características y lograron también la distancia mas larga cubierta en 36 horas (493,5 kilómetros). Una experiencia pionera con tres marcas impresionantes.

No será fácil que esta tecnología se pueda aplicar en un futuro próximo en los vehículos comerciales, pero la aventura siempre precede a la realidad. En todo caso, hay invenciones que tratan ya de hacer de la energía eólica el impulso de la industria automovilística. José Raúl Tirapu Manero patentó en julio de 2007 un generador eólico para vehículos que tiene un funcionamiento muy sencillo, basado en el viento que penetra en el coche por la rejilla frontal cuando está en movimiento. Tras la rejilla se colocaría un eje transversal con unas palas, cuyo movimiento generaría la energía que pasaría primero a un generador y después a un acumulador de energía. Quién sabe si en esta sencilla idea puede estar la base para que, en un futuro, la energía eólica sea también parte del transporte más cotidiano.