jueves, 29 de enero de 2015

2014 cierra como el peor año de la historia para la energía eólica en España


Los incuestionables beneficios de la energía eólica y algunos datos de récord que se han venido produciendo en los últimos tiempos no pueden ocultar que 2014 se ha cerrado como el peor año de la historia del sector en España. Así lo ha calificado la patronal del mismo, la AsociaciónEmpresarial Eólica (AEE) en la nota de prensa con la que hace balance a los últimos doce meses, recalcando que ha sido el año en el que menos potencia nueva se ha instalado en nuestro país, firmando un crecimiento casi marginal de apenas 27,48 MW. 2013 ya había sido un año de brutal desaceleración en el sector, llevando el dato de instalación de nueva potencia a los niveles de 1997, pero 2014 supone un año casi de crecimiento cero, lo que habla del total estancamiento de la energía eólica en España.

La causa para la AEE es evidente y la responsabilidad hay que buscarla en el Gobierno. “La Reforma Energética ha alejado por completo a los inversores de España”, sentencia la patronal. Según explica, “la inseguridad jurídica que ha generado la modificación retroactiva del marco normativo y la adopción de un nuevo sistema retributivo que permite modificar las condiciones cada seis años sin que se conozca la metodología que se utilizará” ha motivado que “no se hayan instalado todos los parques que estaban inscritos en el Registro de Preasignación -unos 150 MW se han quedado fuera-, y que hayan acudido sólo 15 de los 450 MW previstos a la convocatoria de Canarias, donde el Gobierno está muy interesado en instalar nueva potencia eólica para reducir los sobrecostes de generar con centrales convencionales”.

Para la AEE, los datos de 2014 confirman lo que llevan meses denunciando, que la eólica iba a ser el sector más perjudicado por la Reforma Energética. Así, sus ingresos se han visto recortados en un 27 por ciento en los últimos doce meses, hasta los 1.063 millones de euros, incluso a pesar de que la eólica es la segunda tecnología del sistema eléctrico durante 2014 (generando 51.138 GWh y cubriendo un 20,4 de la demanda eléctrica, según los datos de Red Eléctrica de España). Pero además estas cifras sirven para poner aún más en cuestión las optimistas previsiones del Gobierno de cara a los objetivos comunitarios sobre energías renovables hasta 2020, que obligan a instalar unos 2.500 MW en los dos próximos años, unas cifras que sólo se han rondado o superado en tres años de la serie histórica, 2004, 2007 y 2009, con condiciones mucho más favorables que las que permite el actual marco decretado por el Ejecutivo.

El sector sigue denunciando la injusticia que se está cometiendo con la energía eólica en España por parte de la Administración central y no deja de esgrimir datos para recordar su importancia. El último, además de este triste balance de instalación de 2014, que la energía eólica abarató el recibo de la luz en 2,5 euros mensuales durante el año que acaba de finalizar. La AEE recuerda que los incentivos que reciben los parques eólicos le costaron al consumidor medio 1,5 euros al mes, “pero se compensaron con creces con la rebaja de su factura por el efecto reductor de la eólica en el mercado mayorista”.“Que la energía eólica baja el precio de la electricidad es un hecho”, destaca la patronal, que ha lanzado un contador eólico, que se puede consultar en su página web y en el que “se puede apreciar a diario la relación inversa entre el precio mayorista de la electricidad y la generación del viento”.

El escasísimo crecimiento de la energía eólica en España en 2014 se debe fundamentalmente a la instalación de un nuevo parque eólico en Galicia que ha sumado 14 de los 27,48 MW nuevos, y a la entrada en funcionamiento de los 11,5 MW del parque experimental de Gorona del Viento, en la Isla canaria de El Hierro. Con estas incorporaciones, el total de potencia instalada en España llega hasta los 22.986,5 MW, repartidos en los 1.077 parques eólicos que hay a lo largo de la geografía española. No hay variaciones en la importancia por comunidades autónomas. Aún sin haber instalada nada en 2014, Castilla y León sigue dominando este ránking con sus 5.560,01 MW y 241 parques eólicos. En el otro extremo de esa tabla se sitúan las Islas Baleares, con apenas 3,68 MW repartidos en 46 parques. En Cantabria hay menos instalaciones, sólo cuatro, pero suman 38,30 MW. Por fabricantes, el dominio absoluto sigue siendo de Gamesa, que domina el 52,2 por ciento del mercado con sus 12.008,09 MW de potencia acumulada.

jueves, 8 de enero de 2015

El Gobierno apuesta por un repunte de la eólica en el periodo 2015-2020 que el sector considera imposible


El final de 2014 ofreció por primera vez en esta legislatura un esbozo de las intenciones concretas de planificación energética del Gobierno. Entre otros muchos aspectos, el borrador de propuesta para el periodo 2015-2020 que maneja el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, que se conoció en la segunda quincena de diciembre, habla de un repunte de las energías renovables, de entre 6.617 y 8.537 MW, cifras que son necesarias para cumplir los objetivos ambientales que la Unión Europea ha fijado para el año 2020. En lo que se refiere a la energía eólica, que sería la renovable más instalada en este periodo según las previsiones del Ejecutivo, esto supondría la puesta en funcionamiento de entre 4.553 y 6.473 MW. Esa oscilación dependería de la demanda de energía final en este periodo.

La previsión, que contradice el estancamiento en el que parece estar sumido la eólica ahora mismo, con un crecimiento cero en 2014, provocó la inmediata crítica del sector, que la considera del todo imposible con el actual marco regulatorio que viene criticando con fuerza desde hace tiempo. Según explicó la Asociación Empresarial Eólica (AEE) en un comunicado, “para que se instale la potencia eólica que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo considera necesaria, entre 900 y 1.300 MW anuales, habría que invertir entre 6.000 y 8.700 millones de euros”. Esa inversión, según la AEE, es “prácticamente imposible que se produzca con el marco regulatorio que ha traído consigo la reforma energética”, porque una normativa que “permite cambiar la rentabilidad varias veces a lo largo de la vida útil de la instalación genera incertidumbre y desincentiva la inversión”.

Como muestra de lo imposible que consideran las previsiones del Gobierno, el colectivo recuerda que en 2014 España sólo ha añadido a su potencia eólica un aerogenerador de 0,08 MW de potencia. Además, hay otro enemigo en el horizonte al que habría que dar una respuesta, ya que la AEE recuerda que “en 2020 cerca del 45 por ciento de la potencia instalada habrá llegado a los quince años de vida”, un umbral ya peligroso debido a que la vida útil de un aerogenerador se estima que está en torno a los 20 años. “Para cumplir con la senda que marca el Ejecutivo para 2020, sería necesaria una regulación estable en todos los ámbitos del Estado, lo que supondría dar marcha atrás en la Reforma Energética. De lo contrario, España incumplirá los compromisos europeos, que son vinculantes”, advierte la AEE.

Para avalar sus peticiones, la patronal del sector eólico esgrime un informe también de diciembre del pasado año, Trends and Projections in Europe 2014, realizado por la Agencia Europea de Medio Ambiente, dependiente de la Comisión Europea, que también alerta del riesgo de que España incumpla los objetivos comunitarios. Y eso que dicho estudio considera los datos de 2013 sin tener en cuenta la marginal inversión en energía eólica que ha vivido España en 2014. Aún así, el informe entiende que hay una “incoherencia potencial” entre los objetivos energéticos formulados en 2007 y la actual política con las renovables y advierte que el “importante reajuste” adoptado por el Gobierno ha hecho que “la transición a las energías renovables haya perdido ímpetu en España”. Por eso, el pronóstico del organismo europeo es que España “tendrá que diseñar e implementar nuevas medidas o usar mecanismos de flexibilidad” para lograr los objetivos europeos.