jueves, 12 de marzo de 2015

La energía del futuro se integra en la web de Azierta


Han pasado ya más de dos años desde el nacimiento de La energía del futuro, el primer blog de Azierta, en el que abordamos desde el principio cuestiones relativas a la energía eólica, su historia, sus hitos, sus cifras y sus problemas, y ahora damos un paso más en la difusión de sus contenidos.

A partir de ahora, La energía del futuro quedará integrado en la web corporativa de Azierta junto con los otros dos blogs que hasta ahora venían realizándose en el Grupo, Hablemos del agua y Retos de Ingeniería Civil.

Este es el nuevo enlace para entrar en el blog: www.azierta.es.

jueves, 19 de febrero de 2015

La energía eólica en Europa crece en 2014 impulsada por Alemania y Reino Unido


El informe de 2014 de la Asociación Europea de la Energía Eólica (EWEA) no deja lugar a las dudas: incluso con matices, el sector goza de una salud extraordinaria. Las malas noticias están en que hay una cada vez más acusada concentración, sobre todo en Alemania y Reino Unido, países que acumulan el 59,5 por ciento de las instalaciones de energía eólica que se pusieron en marcha durante el pasado año. Esa cifra, además, llega hasta el 77,2 por ciento si sumamos a ese grupo de cabeza a Suecia y Francia. De la misma manera que estos países empujan el sector eólico europeo, otros nombres importantes en su historia sufren por la crisis y por los cambios de regulación. Con respecto a 2013, Dinamarca redujo sus nuevas instalaciones nada menos que en un 90,4 por ciento, una cifra no muy superior al 84,3 por ciento de España o el 75,4 por ciento de Italia.

Los datos generales del informe indican que a lo largo de 2014 se instalaron en toda Europea 12.819,6 MW de potencia eólica, 11.791,4 de ellos dentro de la Unión Europea. De ellos, 10.308,1 forman parte de parques eólicos tradicionales y 1.483,3 están en instalaciones offshore, con una inversión estimada de entre 13.100 y 18.700 millones de euros. De esta manera, el Viejo Continente puede presumir de sus 128,8 GW de potencia instalada, de los cuales 8 se producen en sus parques marinos. Europa ha visto crecer su energía eólica de forma ininterrumpida en los últimos catorce años, desde los 3,2 GW que se instalaron en el año 2000 a los 11,8 de 2014, con un crecimiento anual medio del 9,8 por ciento. Desde ese año, el 29,4 por ciento de las nuevas instalaciones energéticas europeas han sido eólicas, y el 56,2 por ciento de cualquier energía renovable.

A pesar del retroceso severo que la reforma energética ha provocado en el sector en España, nuestro país sigue gozando de una posición privilegiada, con 23 GW y el 17,9 por ciento del total de energía eólica producida en la Unión Europea. Sumando el liderazgo alemán, con 39,2 GW y el 30,4 por ciento, entre estos dos países se acumula el 48,3 por ciento de la capacidad europea. España, no obstante, apenas instaló 27,5 MV en 2014, una cantidad inferior a la de otros 16 países europeos, y nada que ver con los 175,1 de 2013, una cifra que ya indicaba un retroceso pero dentro de un camino todavía de crecimiento. Las nuevas instalaciones de 2014 las dominaron con firmeza Alemania (5.279,2 MV), Reino Unido (1.736,4), Suecia (1.050,2) y Francia (1.042). Los países que no contribuyeron en 2014 con nueva potencia eólica fueron Chipre, Hungría, Letonia, Luxemburgo, Eslovaquia y el único país europeo que no tiene acceso a esta fuente de energía, Malta.

El crecimiento de la energía eólica no es sólo un gran dato en sí mismo, sino que además explica que otras tecnologías mucho menos respetuosas con el medio ambiente van perdiendo terreno de forma progresiva. Los 11,8 GW eólicos sumados en esos doce meses y el 43,7 por ciento del total de las nuevas instalaciones hacen de esta fuente de energía la más importante de 2014. Por detrás de la eólica se sitúan la energía solar (8 GW y 29,7 por ciento), el carbón (3,3 GW y 12,3 por ciento) y el gas (2,3 GW, 8,7 por ciento). Aún más, durante 2014 apenas dejaron de emplearse 423,5 MW de energía eólica que ya estaban en funcionamiento, por los 7,2 GW de carbón, 2,9 de gas y 1,1 de combustible fósil, lo que demuestra a las claras que la apuesta por las renovables en general y por la eólica en particular es ya irreversible.

En la presentación del informe, el consejero delegado de EWEA, Thomas Becker, aseguró que “inyectar capital financiero en las industrias europeas antiguas está empezando a parecer poco inteligente, y en contraste las renovables siguen empujando y la inversión en la eólica sigue siendo atractiva”. Eso sí, advirtió que no es un momento para ser complaciente con estos números porque “la inseguridad regulatoria en el sector energético es una amenaza al crecimiento continuo de la energía sostenible y propia que garantizará la seguridad energética europea y su competitividad a largo plazo”. En ese sentido, se mostró convencido de que “es el momento de que los líderes políticos europeos creen una auténtica unión energética europea”, recordando que los países del sur y del este están sufriendo por los “duros y erráticos cambios en el escenario político”. Por eso, se mostró convencido de que la concentración en los grandes mercados seguirá en alza en 2015.

El informe completo de la EWEA se puede consultar en este enlace.

jueves, 29 de enero de 2015

2014 cierra como el peor año de la historia para la energía eólica en España


Los incuestionables beneficios de la energía eólica y algunos datos de récord que se han venido produciendo en los últimos tiempos no pueden ocultar que 2014 se ha cerrado como el peor año de la historia del sector en España. Así lo ha calificado la patronal del mismo, la AsociaciónEmpresarial Eólica (AEE) en la nota de prensa con la que hace balance a los últimos doce meses, recalcando que ha sido el año en el que menos potencia nueva se ha instalado en nuestro país, firmando un crecimiento casi marginal de apenas 27,48 MW. 2013 ya había sido un año de brutal desaceleración en el sector, llevando el dato de instalación de nueva potencia a los niveles de 1997, pero 2014 supone un año casi de crecimiento cero, lo que habla del total estancamiento de la energía eólica en España.

La causa para la AEE es evidente y la responsabilidad hay que buscarla en el Gobierno. “La Reforma Energética ha alejado por completo a los inversores de España”, sentencia la patronal. Según explica, “la inseguridad jurídica que ha generado la modificación retroactiva del marco normativo y la adopción de un nuevo sistema retributivo que permite modificar las condiciones cada seis años sin que se conozca la metodología que se utilizará” ha motivado que “no se hayan instalado todos los parques que estaban inscritos en el Registro de Preasignación -unos 150 MW se han quedado fuera-, y que hayan acudido sólo 15 de los 450 MW previstos a la convocatoria de Canarias, donde el Gobierno está muy interesado en instalar nueva potencia eólica para reducir los sobrecostes de generar con centrales convencionales”.

Para la AEE, los datos de 2014 confirman lo que llevan meses denunciando, que la eólica iba a ser el sector más perjudicado por la Reforma Energética. Así, sus ingresos se han visto recortados en un 27 por ciento en los últimos doce meses, hasta los 1.063 millones de euros, incluso a pesar de que la eólica es la segunda tecnología del sistema eléctrico durante 2014 (generando 51.138 GWh y cubriendo un 20,4 de la demanda eléctrica, según los datos de Red Eléctrica de España). Pero además estas cifras sirven para poner aún más en cuestión las optimistas previsiones del Gobierno de cara a los objetivos comunitarios sobre energías renovables hasta 2020, que obligan a instalar unos 2.500 MW en los dos próximos años, unas cifras que sólo se han rondado o superado en tres años de la serie histórica, 2004, 2007 y 2009, con condiciones mucho más favorables que las que permite el actual marco decretado por el Ejecutivo.

El sector sigue denunciando la injusticia que se está cometiendo con la energía eólica en España por parte de la Administración central y no deja de esgrimir datos para recordar su importancia. El último, además de este triste balance de instalación de 2014, que la energía eólica abarató el recibo de la luz en 2,5 euros mensuales durante el año que acaba de finalizar. La AEE recuerda que los incentivos que reciben los parques eólicos le costaron al consumidor medio 1,5 euros al mes, “pero se compensaron con creces con la rebaja de su factura por el efecto reductor de la eólica en el mercado mayorista”.“Que la energía eólica baja el precio de la electricidad es un hecho”, destaca la patronal, que ha lanzado un contador eólico, que se puede consultar en su página web y en el que “se puede apreciar a diario la relación inversa entre el precio mayorista de la electricidad y la generación del viento”.

El escasísimo crecimiento de la energía eólica en España en 2014 se debe fundamentalmente a la instalación de un nuevo parque eólico en Galicia que ha sumado 14 de los 27,48 MW nuevos, y a la entrada en funcionamiento de los 11,5 MW del parque experimental de Gorona del Viento, en la Isla canaria de El Hierro. Con estas incorporaciones, el total de potencia instalada en España llega hasta los 22.986,5 MW, repartidos en los 1.077 parques eólicos que hay a lo largo de la geografía española. No hay variaciones en la importancia por comunidades autónomas. Aún sin haber instalada nada en 2014, Castilla y León sigue dominando este ránking con sus 5.560,01 MW y 241 parques eólicos. En el otro extremo de esa tabla se sitúan las Islas Baleares, con apenas 3,68 MW repartidos en 46 parques. En Cantabria hay menos instalaciones, sólo cuatro, pero suman 38,30 MW. Por fabricantes, el dominio absoluto sigue siendo de Gamesa, que domina el 52,2 por ciento del mercado con sus 12.008,09 MW de potencia acumulada.

jueves, 8 de enero de 2015

El Gobierno apuesta por un repunte de la eólica en el periodo 2015-2020 que el sector considera imposible


El final de 2014 ofreció por primera vez en esta legislatura un esbozo de las intenciones concretas de planificación energética del Gobierno. Entre otros muchos aspectos, el borrador de propuesta para el periodo 2015-2020 que maneja el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, que se conoció en la segunda quincena de diciembre, habla de un repunte de las energías renovables, de entre 6.617 y 8.537 MW, cifras que son necesarias para cumplir los objetivos ambientales que la Unión Europea ha fijado para el año 2020. En lo que se refiere a la energía eólica, que sería la renovable más instalada en este periodo según las previsiones del Ejecutivo, esto supondría la puesta en funcionamiento de entre 4.553 y 6.473 MW. Esa oscilación dependería de la demanda de energía final en este periodo.

La previsión, que contradice el estancamiento en el que parece estar sumido la eólica ahora mismo, con un crecimiento cero en 2014, provocó la inmediata crítica del sector, que la considera del todo imposible con el actual marco regulatorio que viene criticando con fuerza desde hace tiempo. Según explicó la Asociación Empresarial Eólica (AEE) en un comunicado, “para que se instale la potencia eólica que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo considera necesaria, entre 900 y 1.300 MW anuales, habría que invertir entre 6.000 y 8.700 millones de euros”. Esa inversión, según la AEE, es “prácticamente imposible que se produzca con el marco regulatorio que ha traído consigo la reforma energética”, porque una normativa que “permite cambiar la rentabilidad varias veces a lo largo de la vida útil de la instalación genera incertidumbre y desincentiva la inversión”.

Como muestra de lo imposible que consideran las previsiones del Gobierno, el colectivo recuerda que en 2014 España sólo ha añadido a su potencia eólica un aerogenerador de 0,08 MW de potencia. Además, hay otro enemigo en el horizonte al que habría que dar una respuesta, ya que la AEE recuerda que “en 2020 cerca del 45 por ciento de la potencia instalada habrá llegado a los quince años de vida”, un umbral ya peligroso debido a que la vida útil de un aerogenerador se estima que está en torno a los 20 años. “Para cumplir con la senda que marca el Ejecutivo para 2020, sería necesaria una regulación estable en todos los ámbitos del Estado, lo que supondría dar marcha atrás en la Reforma Energética. De lo contrario, España incumplirá los compromisos europeos, que son vinculantes”, advierte la AEE.

Para avalar sus peticiones, la patronal del sector eólico esgrime un informe también de diciembre del pasado año, Trends and Projections in Europe 2014, realizado por la Agencia Europea de Medio Ambiente, dependiente de la Comisión Europea, que también alerta del riesgo de que España incumpla los objetivos comunitarios. Y eso que dicho estudio considera los datos de 2013 sin tener en cuenta la marginal inversión en energía eólica que ha vivido España en 2014. Aún así, el informe entiende que hay una “incoherencia potencial” entre los objetivos energéticos formulados en 2007 y la actual política con las renovables y advierte que el “importante reajuste” adoptado por el Gobierno ha hecho que “la transición a las energías renovables haya perdido ímpetu en España”. Por eso, el pronóstico del organismo europeo es que España “tendrá que diseñar e implementar nuevas medidas o usar mecanismos de flexibilidad” para lograr los objetivos europeos.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Los aerogeneradores del futuro


Estamos muy acostumbrados a la imagen de un parque eólico con sus aerogeneradores tradicionales de hélices, pero el aspecto de las turbinas puede cambiar en no mucho tiempo. De hecho, ya están en marcha proyectos pioneros para encontrar cómo serán los aerogeneradores del futuro. ¿Puede existir una turbina sin hélices? ¿O una en forma de árbol? Esos son algunos de las ideas que ya se están convirtiendo en realidades y que prometen revolucionar al sector de la energía eólica en los próximos años. Se trata todavía de proyectos con mucho recorrido y que están en fase de prueba, pero, al mismo tiempo, son la prueba de que la energía eólica es un campo que agudiza el ingenio y la investigación.

El primero de los proyectos mencionados, el aerogenerador sin hélices, es obra de un grupo de ingenieros españoles que apuestan por tener un primer modelo operativo a comienzos de 2016. El funcionamiento de su invención es sencillo: el viento golpea sobre una estructura en forma de mástil con forma ligeramente cónica y la energía se produciría con la oscilación de la parte superior, que sustituye al movimiento de las aspas tradicionales, dependiendo de imanes y no de elementos mecánicos. La altura de estos aerogeneradores es inferior a la de los tradicionales, alcanzando unos 12,5 metros de alto. Su construcción es sensiblemente más barata que la del molino de viento típico, hasta un 50 por ciento, lo que compensa que produzca un 30 por ciento menos de energía que las turbinas actuales.

Las ventajas de este modelo son evidentes. En primer lugar, no tiene apenas impacto sobre el medio. No es un peligro para los pájaros de la zona, no produce ruido y necesita mucha menos materia prima en la construcción. Al no tener engranajes de ningún tipo, el mantenimiento es mucho más barato que el de los molinos tradicionales, y eso permite el ahorro de los 300 litros de aceite anuales que precisa de media un aerogenerador. Tampoco necesita ser orientado, porque recoge el viento de cualquier dirección, y por tanto absorbe mejor la energía. Los trabajos de prueba se reparten entre el túnel de viento de Ávila, las condiciones naturales del cercano municipio abulense de Gotarrendura y el Centro Tecnológico de Respol en la localidad madrileña de Móstoles.

La segunda idea es del francés Jérôme Michaud-Larivière, fundador de la empresa NewWind. El árbol del viento, que así se denomina, está formado por aproximadamente un centenar de hojas de plástico conectadas a un tronco de acero. Las hojas son en realidad miniturbinas que están dispuestas de tal manera que pueden absorber corrientes de viento muy inferiores a las que son capaces de procesar los molinos eólicos tradicionales. Estos necesitan una velocidad de 4 metros por segundo mientras que el árbol del viento ya se pone en funcionamiento con brisas de 2 metros por segundo. Según las pruebas realizadas por este laboratorio, este nuevo modelo de aerogenerador es rentable con vientos que soplan a una media anual de 3,5 metros por segundo.

El primer prototipo de ha instalado en la Ciudad de las Telecomunicaciones de Pleumeur-Bodou, de la región francesa de Bretaña. El principal objetivo de este tipo de turbina es aprovechar las corrientes que atraviesan las ciudades entre los edificios y las calles. La electricidad generada por este modelo bastaría para suministrar energía de forma habitual a una veintena de farolas LED, a una estación de recarga de coches eléctricos o incluso a una vivienda de cuatro personas con una situación ideal de aislamiento. El entusiasmo de NewWind, que pretende comercializarlo en 2015, contrasta con la opinión de la agencia del Medio Ambiente y el Control de la Energía (ADEME), que no considera este ingenio un avance significativo con respecto a los pequeños aerogeneradores urbanos clásicos. El tiempo dirá quién tiene la razón y si este invento se populariza.

jueves, 6 de noviembre de 2014

El Hierro busca ser la primera isla energéticamente autosuficiente del mundo


En plena polémica sobre las prospecciones petrolíferas en las cercanías de las Islas Canarias, en ese mismo entorno hay un sensacional ejemplo de cómo las energías renovables pueden transformar el mundo. La isla de El Hierro aspira a ser la primera isla energéticamente autosuficiente del mundo de aquí a 2020 y tiene ya en marcha el primer gran paso para hacerlo: la central hidroeólica de Gorona del Viento ya genera toda la electricidad que se consume en la isla. Y de aquí a cinco años lo que se pretende es que los 6.000 vehículos que circulan en la isla sean todos eléctricos, lo que supondría que en todo El Hierro no se consumiría una sola gota de petróleo.

El Hierro es una isla de 10.000 habitantes, de 270 kilómetros cuadrados, y que está declarada en su totalidad Reserva de laBiosfera por la UNESCO. Por eso, la posibilidad de poder desprenderse completamente de los combustibles fósiles es tan trascendental. Existe un precedente en todo el mundo, la isla danesa de Samso, pero la diferencia es que El Hierro, una isla volcánica, hizo el cambio energético de forma aislada porque nunca ha estado conectada a la red española como Samso sí la estuvo a la de su país. “El Hierro traslada al mundo que la transición energética es posible”, ha asegurado Alpidio Armas, presidente del Cabildo de la isla. Y no es un mensaje baladí, puesto que en todo el mundo hay 600 millones de personas que viven en islas que pueden mirar este ejemplo con optimismo.

¿Cómo funciona este milagro energético? La central hidroélica, inaugurada el pasado 27 de junio de 2014, consta de cinco aerogeneradores que son los que suministran la electricidad gracias a las 3.500 horas de viento al año de las que se beneficia El Hierro. Así, la energía eólica sigue siendo motor del progreso. Cuando hay excedentes de energía porque la demanda no cubre toda la producción, generalmente en días de menos consumo o de mucho viento, el remanente se destina a la parte hidráulica de la central. Esta consta de dos depósitos de agua, con capacidad para 380.000 metros cúbicos el superior y para 150.000 el inferior. Lo que se hace con el agua bombeada por esa energía eólica sobrante es dejarla caer por la conexión entre ambos depósitos, con dos tuberías de tres kilómetros y un salto de agua de 700 metros, para generar la electricidad.

La central de Gorona del Viento es un proyecto que nació en 1981, de la mano del ex presidente del cabildo herrereño Tomás Padrón y de los ingenieros de Unelco-Endesa, y que ha costado 67,5 millones de euros (35 de ellos en subvenciones concedidas por el Ministerio de Industria). La empresa gestora, Gorona del Viento El Hierro S.A., está participada en un 60 por ciento por el Cabildo, un 30 por ciento por Endesa, y un 10 por ciento por el Instituto Tecnológico de Canarias. La entrada en funcionamiento de esta central después de tres décadas de esfuerzos cambia por completo la fisionomía energética de la isla. Hasta ahora, la energía procedía de la central térmica de Llanos Blancos (que ya sólo se encenderá en situaciones de emergencia, cuando no haya viento ni agua), que utilizaba más de 6.000 toneladas de diesel al año, transportados a la isla en grandes barcazas y que suponían un gasto de 1,8 millones de euros.

Afortunadamente para El Hierro, el proyecto recibió luz verde antes de que la actual crisis económica y las decisiones del Gobierno despertaran las quejas del sector de la energía renovable, y la isla recibió un régimen específico para la central que permitió que el proyecto siguiera adelante. Los habitantes de la isla canaria no notarán un descenso en la factura de la luz porque ese precio se fija a nivel nacional, pero obtienen muchas ventajas a cambio. Se espera que la nueva situación de la isla sea un reclamo turístico, se evitará la emisión a la atmósfera de 18.700 toneladas de CO2 al año y además garantizará la seguridad energética de El Hierro en el futuro. Esta central y el autoabastecimiento de la isla ya han provocado el interés de numerosos y prestigiosos medios de comunicación, entre ellos la BBC, el New York Times o Current TV, la televisión de Al Gore, conocido activista y ex vicepresidente de Estados Unidos.

jueves, 16 de octubre de 2014

Nuevos proyectos para una energía eólica offshore más segura, eficiente y barata


La energía eólica offshore no para de evolucionar. La reducción de costes y la mejora en su eficiencia y construcción es protagonista de muchos de los nuevos proyectos que se están dando a conocer en este campo. Iberdrola y Siemens, dos de las empresas que más empuje tienen en la eólica marina, han dado a conocer en las últimas semanas proyectos más que interesantes en este sentido. Empezando por la primera, la filial de ingeniería y construcción de Iberdrola se ha embarcado en una iniciativa de I+D junto a la universidad escocesa de Strathclyde y el centro de investigación Offshore Renewable Energy (ORE) con el fin de instalar parques eólicos de esta naturaleza en zonas del Reino Unido donde ahora mismo no es posible por la profundidad de las aguas.

Iberdrola, el ORE (un centro de investigación emblemático en el Reino Unido) y Strathclyde (universidad de referencia en ingeniería oceánica y energías renovables marinas) cuentan con un presupuesto que supera el millón de euros para diseñar un modelo de aerogenerador flotante de última generación y un sistema de instalación específico. La idea es que este proyecto permita la creación de instalaciones en aguas profundas, de entre 60 y 100 metros, con un doble objetivo de máxima fiabilidad y reducción de costes de instalación.  El enganche al fondo marino se realizaría a través de unas líneas tensionadas. De esta forma, se elimina casi por completo el movimiento de la plataforma, reduciendo al mínimo la posibilidad de accidentes durante la construcción y la vida útil de la instalación.

La cuestión económica, no hay que olvidarlo, es uno de los principales escollos para el desarrollo de la energía eólica marina, y también aquí ofrece ventajas este proyecto. La fabricación de las instalaciones se haría mayoritariamente en tierra, eso es lo que abarataría su construcción, para después ser trasladadas a su ubicación definitiva. De esta forma, se reduciría drásticamente el uso de los grandes barcos especializados cuya contratación es necesaria para este tipo de operaciones alejadas de la costa. Otro de los aspectos de este proyecto que permitirá la reducción de los costes de la construcción está en las características del acero que se utilizará en las plataformas, con unas dimensiones y un peso optimizados al máximo.

Por su parte, Siemens ha desarrollado un sistema que pretende ser un punto y aparte en la construcción de turbinas eólicas marinas. Lo que Siemens busca cambiar es el complicado sistema de construcción, para al cual se usan herramientas de sujeción conectadas a una grúa que está instalada en uno de esos grandes barcos. El proceso de montaje actual obliga a que sean los técnicos los que ajusten los cables con sus manos y suban las turbinas para montar las palas. Con este avance, todo este proceso se automatizaría gracias a un nuevo mecanismo de elevación que permitiría subir turbinas de 75 metros de largo y 25 toneladas de peso directamente desde la cubierta del barco, con las máximas garantías de seguridad.

Esta tecnología reduce el peso y las dimensiones de la que se utiliza ahora (hasta los 14 metros de longitud, ocho de alto y 78 toneladas de peso) sin mermar la estabilidad, ya que puede aguantar situaciones de viento de hasta 14 metros por segundo y ráfagas más puntuales de hasta 19 metros por segundo. Además, este sistema supone también simplificar las tareas de mantenimiento, ya que se pueden girar las palas de la turbina sin tener en cuenta la posición en la que se hayan levantado desde la cubierta del barco y reajustarlas para que su rendimiento sea óptimo, algo que con los sistemas actuales no podía hacerse. La innovación de Siemens ya se está aplicando en la instalación de 36 turbinas en el parque eólico de Werstemost, en la costa oeste de Inglaterra.