Al hablar de energía eólica, prácticamente todo el mundo
tiene en mente los grandes parques eólicos y los gigantescos aerogeneradores
que los pueblan. Y al hablar de la aplicación de las energías renovables al
ámbito doméstico, lo primero que viene a la mente es la energía solar. Sin embargo, es perfectamente posible aprovechar la energía del viento en un
domicilio. En Estados Unidos, país que domina tanto la fabricación como la
producción en este terreno, es un uso de la eólica que se viene haciendo de forma
habitual desde hace años y en España es también posible, sobre todo para pequeñas
comunidades de vecinos o pequeñas empresas que estén ubicadas en entornos
semiurbanos, aunque algo más complicada de explotar en comparación con la solar.
Por supuesto, el requisito esencial, como sucede con las
grandes instalaciones que transforman la energía eólica en electricidad, es que el mecanismo se ubique en una zona con el viento
suficiente como para que sea productivo. Tanto el Instituto para laDiversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) como el Centro Nacional deEnergía Renovables (CENER) tienen mapas de viento que permiten tener ideas más
claras sobre la rentabilidad para instalar un generador eólico doméstico. Además, hay dos
requisitos legales a solventar. Por un lado, hay que tener en cuenta las leyes
que limiten la altitud máxima de estructuras en la zona escogida para saber si está permitido colocar el aerogenerador. Y, por otro,
hay que solicitar las correspondientes licencias autonómicas y locales para la
instalación de la miniturbina.
Entre las recomendaciones a la hora de colocar una instalación
eólica doméstica está que los molinos se coloquen a una altura de entre seis y
ocho metros por encima de la construcción que alimentará y con un diámetro despejado de otras construcciones que puedan
bloquear el viento en unos 150 metros. Calcular el coste de una instalación de
estas características, la energía eléctrica que puede generar o el ahorro energético
que produciría está supeditado a las circunstancias de cada instalación. El viento
en la zona, la potencia de la miniturbina, la eficiencia energética del recinto
que se beneficiará... Todo influye. Lo que está claro es que, como en cualquier
instalación eólica, la inversión inicial es elevada, en estos casos de entre 1.000 y 3.000
euros por Kw.
Se considera microgeneradores domésticos a los que pueden producir entre 1 y 10
Kw. Como muestra de lo variable del coste que puede tener la instalación, para un edificio de 24 metros de
alto, que necesitarían generadores de entre 3 y 10 Kw, la inversión puede
oscilar entre los 13.000 y los 40.000 euros. Una turbina de 1,5 Kw que
recogiera vientos con una velocidad media anual de 6,5 m/s podría bastar para
cubrir las necesidades energéticas de un hogar que consuma 300 Kwh. En España sólo
se pueden instalar aerogeneradores domésticos para autoconsumo y no existe
todavía la posibilidad de que sean conectados a la red de suministro de la
compañía eléctrica, algo que reclaman las asociaciones de fabricantes de
aerogeneradores. La posibilidad, en todo caso, existe y la energía eólica doméstica es una realidad palpable para muchos hogares y pequeñas empresas en todo el mundo.
En España tienes disponible los aerogeneradores de la marca Bornay, en www.bornay.com encontrareis más información.
ResponderEliminarMuy interesante, enlazado en https://www.facebook.com/electricidadram .
ResponderEliminarMuchas gracias