Las turbinas eólicas. Foto de Landsvirkjun. |
Tal y como figura en el informe anual de 2012 que la
Asociación Mundial de la Energía Eólica (World Wind Energy Association)
hizo público hace unos días, ya son 100 los países que utilizan esta fuente de
energía renovable para contribuir a sus necesidades energéticas. El país que ha
permitido llegar a esa cifra tan redonda es Islandia. Y que haya
habido que esperar hasta 2012 para sumar la eólica a los recursos aprovechados en este país es casi una
sorpresa. No por el tamaño del mismo, ya que Islandia apenas tiene 331.000
habitantes, poco menos que toda la provincia de Salamanca (casi 353.000 en 2011), pero sí porque el 100 por 100 de la energía eléctrica que consume
tiene su origen en fuentes renovables (hasta ahora, 70 por ciento hidroeléctrica
y 30 por ciento geotérmica), así como el 85 por ciento de la energía total
consumida.
Landsvirkjun, la empresa estatal y principal suministrador
de energía eléctrica de Islandia, posee y opera la mayoría de plantas hidroeléctricas
y geotérmicas. En junio de 2012 pidió licencia para instalar dos turbinas como
parte de un programa para el desarrollo de la energía eólica en su territorio. Las dos turbinas, fabricadas por Enercon, de 55 metros de
alto y de 900 KW de capacidad cada una, se instalaron en Hafið, en el área de la estación meteorológica de
Búrfell, al sur del país. Quedaron completadas en diciembre del pasado
año, aunque la inauguración oficial no se produjo hasta el 14 de febrero de
2013. El nacimiento del proyecto data de 1993, cuando comenzaron las mediciones
de la dirección y la velocidad del viento a diez metros de altura. En 2011 se
amplió el estudio construyendo un mástil para reproducir esas mediciones a dos,
diez, veinte, treinta, cuarenta y cincuenta metros de altura. En la web de Landsvirkjun se puede consultar una medición en tiempo real de la energía eólica que se está generando.
La instalación, de noche. Foto de Landsvirkjun. |
Con esos 1,8 MW de potencia instalada, Islandia ocupa al
puesto 83 de ese ránking ya centenario de países que utilizan la energía eólica,
por delante de la Antártida (1,6 MW) y por detrás de Bielorusia (1,9 MW). Eso sí,
es por el momento el último país europeo de la lista, aunque esa situación podría
cambiar pronto, porque estas dos turbinas no son más que un primer ensayo que
podrían ser la primera piedra a un gran crecimiento en esta vía energética
durante los próximos años. Y es que desde 2011 se están reproduciendo los
estudios de medición de la estación de Búrfell en otras dos instalaciones
similares. "Es perfectamente posible que la eólica se convierta en el tercer pilar de las operaciones de Landsvirkjun en el futuro", explica el presidente de la compañía, Hörður Arnarson, convencido de que "será interesante ver cómo se puede utilizar en Islandia la energía eólica en conjunto con la hidroeléctrica, ya que la flexibilidad de ésta podría de hecho incrementar el valor de la eólica".
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