Desde hace algunos años se viene afirmando con mucha fuerza
que el futuro de las energías renovables pasa indiscutiblemente por la energía
eólica offshore. Y a tenor de los datos del últimoinforme de la Asociación Eólica Europea (EWEA) parece una afirmación de lo más
acertada. Y es que, incluso con los problemas derivados de la crisis económica
y los recortes que también afectan a las energías renovables, en los primeros
seis meses de 2014 fue la tecnología que más creció en el Viejo Continente.
Los datos son elocuentes, tanto para lo positivo como para
lo negativo. Entre enero y junio se conectaron 224 turbinas eólicas marinas en
16 parques, con una capacidad de 781 MW, y hay otras 310 que sólo están a la
espera de ser conectadas a la red. Cuando estén operativas En total, serán más
de 1.200 MW. No obstante, y a pesar de que estas cifras confirman a la eólica
offshore como la tecnología energética que más ha crecido en Europa en lo que
llevamos de año, el dato supone un descenso del 25 por ciento con respecto al
primer semestre de 2013, cuando fueron más de 1.000 MW nuevos los que se
instalaron. El total de turbinas instaladas en este periodo fue de 282, un diez
por ciento menos que en los seis primeros meses del pasado año.
Alemania y Reino Unido, los dos países que más empujaron en favor de la eólica offshore en este periodo, empatan en el número de turbinas
conectadas en este semestre, 126, pero los británicos conectaron a la red 147,
con 532 MW, y los alemanes sólo 126, con 108 MW. Bélgica es el tercer país que
ha contribuido al crecimiento europeo, con 67 turbinas conectadas y una
potencia superior a la del Reino Unido, de 141 MW. Por empresas, Siemens
encabeza con mucha diferencia las incorporaciones de lo que llevamos de 2014,
con el 81 por ciento de la potencia nueva instalada, superando con mucho al 18 por ciento de
MHI Vestas y el 1 por ciento de Samsung.
Los datos totales señalan que en Europa, a 1 de julio, hay
2.304 turbinas repartidas en 73 parques eólicos que se encuentran en once
países diferentes y que aportan una capacidad total de 7.343 MW. Semejante potencia se
considera suficiente para abastecer a unos siete millones de hogares o a todo
un país de tamaño medio como Holanda. España, que sigue siendo una de las
potencias mundiales en energía eólica, incluso en esta época de incertidumbre y
recortes en el sector, sigue sin haber desarrollado todavía su presencia en la
eólica offshore y no se encuentra entre esos once países que construyen el sector de la eólica offshore europea.
La EWEA explica en el informe que hubo "una actividad financiera
considerable" en el sector en estos primeros seis meses del año,
incluyendo la que atañe al parque eólico Gemini, en Holanda, la mayor transacción en la
historia de Siemens Energy, alcanzando los 2.800 millones de euros, y que
permitirá sumar 600 MW de potencia cuando esté finalizado. Y aunque la asociación considera que hay un
"mercado activo", también teme que la situación de descenso se
prolongue al menos dos años más, hasta 2016. "Para asegurar un crecimiento saludable
en la última parte de la década y para que la eólica offshore juegue su papel
en el logro de los objetivos europeos de renovables, clima, seguridad y
competitividad, la industria necesita visibilidad a largo plazo", señala Justin Wilkes, directivo de la EWEA.
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