Los incuestionables beneficios de la energía eólica y
algunos datos de récord que se han venido produciendo en los últimos tiempos no
pueden ocultar que 2014 se ha cerrado como el peor año de la historia del
sector en España. Así lo ha calificado la patronal del mismo, la AsociaciónEmpresarial Eólica (AEE) en la nota de prensa con la que hace balance a los
últimos doce meses, recalcando que ha sido el año en el que menos potencia
nueva se ha instalado en nuestro país, firmando un crecimiento casi marginal de
apenas 27,48 MW. 2013 ya había sido un año de brutal desaceleración en el
sector, llevando el dato de instalación de nueva potencia a los niveles de 1997,
pero 2014 supone un año casi de crecimiento cero, lo que habla del total
estancamiento de la energía eólica en España.
La causa para la AEE es evidente y la responsabilidad hay
que buscarla en el Gobierno. “La Reforma Energética ha alejado por completo a
los inversores de España”, sentencia la patronal. Según explica, “la
inseguridad jurídica que ha generado la modificación retroactiva del marco
normativo y la adopción de un nuevo sistema retributivo que permite modificar
las condiciones cada seis años sin que se conozca la metodología que se
utilizará” ha motivado que “no se hayan instalado todos los parques que estaban
inscritos en el Registro de Preasignación -unos 150 MW se han quedado fuera-,
y que hayan acudido sólo 15 de los 450 MW previstos a la convocatoria de
Canarias, donde el Gobierno está muy interesado en instalar nueva potencia
eólica para reducir los sobrecostes de generar con centrales convencionales”.
Para la AEE, los datos de 2014 confirman lo que llevan
meses denunciando, que la eólica iba a ser el sector más perjudicado por la
Reforma Energética. Así, sus ingresos se han visto recortados en un 27 por
ciento en los últimos doce meses, hasta los 1.063 millones de euros, incluso a
pesar de que la eólica es la segunda tecnología del sistema eléctrico durante
2014 (generando 51.138 GWh y cubriendo un 20,4 de la demanda eléctrica, según
los datos de Red Eléctrica de España). Pero además estas cifras sirven para
poner aún más en cuestión las optimistas previsiones del Gobierno de cara a los
objetivos comunitarios sobre energías renovables hasta 2020, que obligan a
instalar unos 2.500 MW en los dos próximos años, unas cifras que sólo se han
rondado o superado en tres años de la serie histórica, 2004, 2007 y 2009, con
condiciones mucho más favorables que las que permite el actual marco decretado
por el Ejecutivo.
El sector sigue denunciando la injusticia que se está
cometiendo con la energía eólica en España por parte de la Administración
central y no deja de esgrimir datos para recordar su importancia. El último,
además de este triste balance de instalación de 2014, que la energía eólica
abarató el recibo de la luz en 2,5 euros mensuales durante el año que acaba de
finalizar. La AEE recuerda que los incentivos que reciben los parques eólicos
le costaron al consumidor medio 1,5 euros al mes, “pero se compensaron con
creces con la rebaja de su factura por el efecto reductor de la eólica en el
mercado mayorista”.“Que la energía eólica baja el precio de la
electricidad es un hecho”, destaca la patronal, que ha lanzado un contador eólico, que se
puede consultar en su página web y en el que “se puede apreciar a diario la
relación inversa entre el precio mayorista de la electricidad y la generación
del viento”.
El escasísimo crecimiento de la energía eólica en España en
2014 se debe fundamentalmente a la instalación de un nuevo parque eólico en
Galicia que ha sumado 14 de los 27,48 MW nuevos, y a la entrada en funcionamiento
de los 11,5 MW del parque experimental de Gorona del Viento, en la Isla canaria
de El Hierro. Con estas incorporaciones, el total de potencia instalada en
España llega hasta los 22.986,5 MW, repartidos en los 1.077 parques eólicos que
hay a lo largo de la geografía española. No hay variaciones en la importancia
por comunidades autónomas. Aún sin haber instalada nada en 2014, Castilla y
León sigue dominando este ránking con sus 5.560,01 MW y 241 parques eólicos. En
el otro extremo de esa tabla se sitúan las Islas Baleares, con apenas 3,68 MW
repartidos en 46 parques. En Cantabria hay menos instalaciones,
sólo cuatro, pero suman 38,30 MW. Por fabricantes, el dominio absoluto sigue
siendo de Gamesa, que domina el 52,2 por ciento del mercado con sus 12.008,09
MW de potencia acumulada.
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