La energía eólica presenta multitud de beneficios y
ventajas con respecto a las energías convencionales. Las siguientes son algunas
de las más importantes.
Energía eólica y medio ambiente
La energía eólica es inagotable y ayuda a frenar el
agotamiento de los combustibles fósiles. Es una de las fuentes de energía más
baratas y los avances tecnológicos han hecho que desde hace años pueda competir
en rentabilidad con fuentes tradicionales como las centrales de carbón, las de
combustible o las nucleares.
Un parque eólico no produce emisiones atmosféricas ni
residuos contaminantes de ninguna clase. No requiere una combustión que
produzca dióxido de carbono, no contribuye al efecto invernadero, al cambio
climático ni a la destrucción de la capa de ozono. No presenta los riesgos del
transporte marítimo y terrestre de otras fuentes de energía y evita la
instalación de líneas de abastecimiento como las canalizaciones hasta las
refinerías o las centrales de gas.
La instalación de un aerogenerador o un parque eólico
puede hacerse en un periodo de tiempo que oscila entre los cuatro y los nueve
meses. Al tener una instalación bastante rápida, el acceso a la electricidad es
mucho más inmediato. La vida útil de una instalación eólica es de unos veinte
años por el desgaste de la maquinaria. Pasado ese tiempo, el terreno en el que
se ha colocado el parque eólico se regenera completamente y sin efectos de
ningún tipo.
Instalaciones que aprovechen la energía eólica se
puede ubicar en espacios que no sean aptos para otros fines, como puede ser en
zonas desérticas, laderas áridas o terrenos demasiado empinados para ser
cultivables. También pueden convivir con otros usos del suelo, sean ganaderos o
agrícolas. Además, un parque eólico no genera ruido, solo se percibe en la
propia instalación, a no más de 300 metros, y su contaminación acústica es
mucho menor que la que producen otras instalaciones como las centrales
térmicas.
Empleo y energía eólica
Un informe realizado por Ernst & Young por encargo
de Acciona y EDP, publicado en septiembre de 2012, concluyó que la energía
eólica es más rentable y aporta más al Producto Interior Bruto de un país que
otras formas de energía como el gas. El informe aporta otro dato que, en una
situación económica como la que vive España, no puede obviarse: genera más
empleo que otras energías. Así, la energía eólica produce 15 empleos directos
al año por cada millón de euros invertido.
Los datos del ‘Estudio Macroeconómico del impacto del
Sector Eólico en España’, elaborado anualmente por Deloitte para la AsociaciónEmpresarial Eólica (AEE), demuestran la potencialidad de la energía eólica como
generadora de empleo. Entre 2003 y 2008 se produjo un aumento constante de los
puestos de trabajo vinculados a este sector, hasta alcanzar los 41.438
trabajadores (22.970 directos y 18.468 indirectos), la cifra más alta hasta la
fecha de empleados por la eólica.
Sin embargo, con el inicio de la crisis estas cifras
comenzaron a bajar. A finales de 2011 había 27.119 personas empleadas en el
sector, 15.813 de forma directa y 11.306 de forma indirecta. Los empleos
directos se reparten en el sector promotor-productor (4,793), en la fabricación
de aerogeneradores (2.701), la fabricación de componentes (3.987) y el sector
servicios (4.332), campos todos ellos que han experimentado descensos en ese
año. En Europa, el sector de la energía eólica da empleo a 192.000 personas. Se
espera que en 2020 esa cifra crezca hasta los 446.000 trabajos directos y hasta
los 479.000 en 2030.
Economía y energía eólica
Según los datos del mismo informe de Deloitte para la
AEE, la contribución de la energía eólica al Producto Interior Bruto español,
sumando la aportación directa e indirecta, es de 2.623 millones de euros. La
contribución directa fue de 1.626,7 millones de euros, que se reparten de la
siguiente manera: 809 millones para los promotores y productores, 309,4 para los
fabricantes de aerogeneradores, 253,9 para los fabricantes de componentes y
254,4 para el sector servicios. Sólo el primero de estos campos experimentó
crecimiento en 2011.
La contribución indirecta, de 996,3 millones en 2011,
afecta a sectores como la metalurgia (176 millones), la fabricación de
productos metálicos (148), la fabricación de maquinaria y material eléctrico
(128), los servicios financieros (75), el transporte terrestre (69), la
ingeniería y los servicios profesionales (65), la industria del caucho y
materias plásticas (65), la construcción (45) o las tecnologías de la
información y de las telecomunicaciones (35).
Para las empresas españolas, además, este en un
terreno que potencia su presencia internacional, pues permite su presencia
entre otros mercados en los de Europa, Estados Unidos, México, China,
Australia, India, Corea del Sur o el norte de África. Tres empresas españolas
se colocaron en 2011 entre los diez principales promotores de energía eólica en
todo el mundo: Iberdrola, EDP Renováveis y Acciona.
El empleo de la energía eólica en España ha permitido
ahorrar 1.191 millones en importaciones de combustible fósil en 2011 y ha
evitado la emisión de 22 millones de toneladas de CO2, valoradas en 282
millones de euros.
que pesimo vuvuvuvu
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